Diariamente me encuentro frente a obstáculos, algunos muy triviales, otros muy desafiantes; pero todos me ponen a prueba de alguna u otra forma. La mayoría de estas trabas últimamente están relacionadas con mi vida personal, otras con mi vida como estudiante universitario, pero nada que no tenga solución por supuesto.
Me pregunto si me mantengo cuerdo porque me he formado con una visión de la vida en la que no existe el 'No se puede' o porque simplemente tengo un espíritu inquebrantable- del que estoy orgulloso y ya he puesto a prueba- y aunque me jacto de ello en lo más recóndito de mi alma, nunca lo he divulgado. Otra de mis ideas es que la única clave para el éxito es la auto confianza, literalmente debemos estar embriagados de confianza y autoestima, bueno al parecer a mi me está funcionando de manera extraordinaria.
Una de las trabas más grandes con las que lidiaremos, la envidia. Simplemente creo que cuando te comienzan a mirar mal, cuando no has obrado incorrectamente, es exactamente porque estás haciendo las cosas muy bien, no existe tal cosa como la 'envidia sana', sencillamente te envidian y ya. Este vicio humano lo encontrarás donde sea: en el colegio, en la universidad, en el trabajo, en el vecindario.
En los últimos siete años y ahora, he tratado de adherirme a aquellas personas que mostraron amistad en su estado más puro e incondicional, no me importaría al final, tener el número de amigos que solo podría contar con todos los dedos de ambas manos, con tal de saber que son leales y que siempre me apoyarán.
Nunca, pero en serio, nunca dejen que los demás los cambien o que los limiten, si van a cambiar que sea por bien y decisión propia. Me doy cuenta que el vivir sin importar el que piensan los demás, te libera, te hace más ligero que el aire; solo debe importar lo que tú, tu familia y verdaderos amigos piensan de ti porque simplemente ya te conocen.
Nosotros somos los capitanes de nuestra alma y dueños de nuestro destino.
Pd: Gracias Amapola.
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