viernes, 6 de julio de 2012

El Único Rival


De niños nos enseñan que la vida es una carrera y lucha constante contra todo y todos, contra el tiempo, contra la enfermedad, contra la muerte; es decir nos enseñan a temerle a lo inevitable, a lo natural, al contrario deben enseñarnos a luchar contra el pesimismo, contra la injusticia, contra el odio, todo lo que se vence con una fuerte voluntad y un gran espíritu para seguir adelante.

Incluso algunos padres inculcan una pronunciada competitividad en sus hijos, diciéndoles que tienen que ‘ser mejor que todos’, no critico ni digo que esto esté mal, pues todos los padres tienen muchas expectativas, pero los niños interpretan todo tal como se les dice y eso en mi experiencia puede volver a algunos un tanto egoístas, arrogantes e incluso soberbios.

Comprendí que a la única persona a la que tengo que ganarle es al ‘Yo de ayer’, ese ‘Yo’ que quizás cometió algún error o equivocación, ese ‘Yo’ que tuvo éxito u obtuvo un mérito, sacarle todo el provecho a ese ‘Yo’ para aprender de lo vivido, mejorar lo ya logrado y pulir el ‘Yo’ de hoy en todo lo posible, para sacar todo su potencial. Lo importante es ser cada día un poco mejor que ayer, ya que  este día nunca regresa, el mañana, siempre lo digo, es una ilusión, el único día que existe en realidad es el “Hoy”.

Personalmente a mí me decían y dicen desde mi primer día de jardín: “Hijo, sé el mejor”, y yo me lo he tomado muy en serio, pero ya poco a poco me di cuenta, que no solo se referían al aspecto académico, sino que ellos querían y quieren que sea el mejor integralmente, que tenga éxito en cada aspecto o dimensión de mi persona.

Esta continua carrera contra mí mismo, es fascinante, ahora que estoy concentrado en solo ganarme a mí, conozco mis propios límites y cuando llego a ellos, encuentro la manera de superarlos de nuevo, me exijo al máximo para que mis virtudes y debilidades afloren, para engrandecer las primeras y fortalecer las segundas. Además confieso que siempre entre dos opciones elegiré la más difícil, lo fácil es muy aburrido, infravaloramos lo que obtenemos sin esfuerzo, cuando consigues algo que te costó bastante, sabes que lo que pasaste para conseguirlo, valió mucha la pena, y por eso las cosas conseguidas así, se valoran más. Y siempre recordar que las cosas más importantes de la vida, no son cosas, sino personas.

Antes me molestaba que me subestimen, pero ahora sé muy bien, que me encanta que lo hagan, haciendo eso me dan la gran oportunidad de sorprenderlos, de demostrarles que si me dicen que “No puedo hacer algo”, lo podré hacer y mucho mejor de lo que imaginan, me podrán decir que es lo que puedo hacer en diferentes circunstancias porque estamos sometidos a reglas, pero jamás piensen que pueden decirme que ‘No puedo hacer’. Nunca le digo ‘No’ a un desafío o reto, mientras este no atente a mi dignidad o mis principios o al de otros. No le temo a nada. Es genial esa sensación de obtener un logro, yendo contra toda probabilidad de éxito, causas un milagro, uno personal pero lo causas, nadie se conoce mejor que cada uno así que no dejen que los demás intenten adivinar quiénes son.

Quizás muchas de estas cosas no suenen muy atractivas, respecto a lo que muchos piensan de lo que es “vivir”, pero al menos vivo la libertad en uno de sus estados más puros: Soy el dueño de mi propio destino, y soy quien quiero ser, Yo mismo.






Aldo Ríos Flores

3 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bueno, siempre uno mismo retándose proponiéndose metas para saber cuan alto podemos llegar con nuestro esfuerzo.

Claudia Martínez Rabanal dijo...

Nada sobre esta tierra puede detener al hombre que posee la correcta actitud mental para lograr su meta.Incluso si el mundo entero te abandona, tienes la capacidad suficiente, porque siempre te tendrás a tí mismo!
excelente post;)

Brian Rafael dijo...

Muy bueno, es cierto el unico obstáculo es uno mismo

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