domingo, 30 de octubre de 2011

No lo sé


¿Qué haces, cuándo la misma existencia te quema por dentro?
¿Cuándo lo que podía extinguir esa llama, logra paradójicamente enardecerla y a su paso carcome toda la médula en esencia?

¿Qué haces, sí la existencia misma te provoca una conmoción, tan tormentosa que estremece hasta el más imperceptible fondo de tu alma?
¿Cuándo al final todo lo que creías tener, parece desaparecer ante tus ojos, pero volteas a mirar y siguen ahí?

¿Qué haces, cuándo piensas que todo lo que estás creyendo pasar, no es obra tuya sino obra de algo superior, encantado con la idea de tu sufrimiento?
¿Cuándo te repites a diario que nada es imposible, pero en lo más recóndito de la razón sabes que siempre habrá algo que si lo es?

¿Qué haces cuando no puedes adormecer la tempestad que poco a poco te va ahogando, mientras tú crees que sigues en la superficie, bajo el sol y la luna?
¿Cuándo sabes y afirmas que todo el origen de esto, es un gran y vacío agujero, que no puede ser rellenado con nada, porque sabes que cuándo lo intentaste, consumió todo sin perdonar?

sábado, 15 de octubre de 2011

La luna y Tú


La luna y Tú



Sobre un inagotable fino manto negruzco
salpicado de dorados y exorbitantes luceros,
reposa una apacible doncella de pálido rostro,
esparciendo su luz a todo el cosmos.


Única en su género, semejante en su forma,
solitaria y acompañada, luz y sombra,
antigua y moderna, cálida y fría,
ilusión y desesperanza, salvación y perdición.


Le dedica sus destellos a la humanidad,
despojada del brillo del astro rey,
y con sus compañeras las estrellas,
nos recuerdan que somos parte del todo y nada.


*


Y allí, está ella, con su magnífico semblante,
su tostada piel de rojo atardecer
y su poderosa incandescencia,
irradiando encanto y fascinación.


Es la Musa de mis dones,
dueña de mis pensamientos,
ladrona de mis sueños
y anhelo de mis días.


¿Es qué acaso queda algún lugar,
o rincón de mi alma dónde no estés?
No, ya estás en toda mi esencia,
la inundo contigo a diario.


**


Cada noche la luna,
me expande los segundos,
me alarga los minutos
y me prolonga las horas.


Por eso, noche tras noche,
atesoro las ofrendas de la luna,
concentrando mi devoción
en la fuente de mi inspiración,
Tú.


Y sé que cuando la luna,
se olvide de mí,
al colapsar con el sol,
siempre estarás,
Tú.


Porque Tú,
eres lo mejor de la noche,
lo mejor de la luna,
y lo mejor de mis días.


Aldo Ríos Flores

jueves, 15 de septiembre de 2011

Al final de todo


Hoy pasado el mediodía, tomé el colectivo de Bolognesi rumbo a la universidad, ese día no me imaginé toparme con el conductor del auto totalmente malhumorado, yo estaba muy tranquilo ese día, además no le respondo a mis mayores por educación, bueno quien sabe si hubiese tenido otra reacción si me encontraba de muy mal humor también (probablemente no, pienso que tendría sus motivos para estar así), le pregunto al señor si tenía cambio de 20 soles, me mira a través del retrovisor algo enojado- me sorprendió e intimidó su rostro- y me responde: "No tengo, bájate". Eso me sorprendió aún más, no podía hacerle caso, tenía que llegar a mi clase de la 1 (y eran exactamente las 12.40), por otra vía y transporte me demoraría demasiado. El señor concluyó su frase, quizás al verme tan anonadado, me dijo: "bájate, apúrate, está en rojo, ve y cambia en una tienda o te quedas". Le respondí: "señor pero no se preocupe, yo bajo en la universidad, podré cambiar en la tienda de la esquina", con un tono más grave y despojado de paciencia o comprensión respondió: "no no no, entonces bájate, la gente quiere llegar rápido a su casa, ¡vienen aquí a querer cambiar porqué no lo hacen en su casa!". Maldición no quería que el señor me siga gritando, lo aceptaría si lo hiciese con fundamento, pero no lo iba a soportar más, me importaba poco llegar tarde ya. Es en ese momento donde la señora a mi lado me dice en tono bajo:

- tranquilo, yo te pago el pasaje.
- no se preocupe señora, cambiaré por ahí ya.
- el señor es un cascarrabias, seguro está molesto y se está desfogando.
- bueno igual no se moleste, veré si tengo sencillo...sí, pero solo tengo 90 céntimos, ¿podría por favor prestarme 10 céntimos?
- ah ya no te preocupes, creo si tengo...si justo, toma.
- gracias.

La señora, y otra sentada a su izquierda, siguieron hablando de sus cosas, hasta cuando más tarde 10 minutos antes de llegar a la universidad, me pregunta:

- ¿estudias ahí?
- sí señora.
- ah que bueno ah. ¿A qué hora es tu clase?, son 5 para la 1.
- Aún tengo tiempo señora, mi clase es la 1.3o (le mentí porque no quería quedar como tardón, lo sé no debí, igual estaba a tiempo).
- ah entonces tienes mucho tiempo, ¿almorzarás o ya en tu casa almorzaste?
- sí, almorcé en mi casa antes de tomar el colectivo.
- que bueno, no debes dejar de comer. ¿y qué carrera estudias?
- estudio Medicina.
- ah que bueno, si se te ve cara de chico estudioso (jajaja ¿por qué siempre me dicen eso?).
- muy bien joven, lo felicito, mis respetos por seguir esa carrera. (no me gusta que me feliciten tanto, si aún no hago nada, aún no termino la carrera, aún estoy empezando, me falta mucho).
- gracias señora.
- ¿y qué especialidad le gustaría seguir?
- me inclino más por Cardiología.
- ah del corazón, que bueno joven que bueno. Hay muchos que se enferman del corazón cada vez más. Entonces espero, que cuando termine, llegar a su consultorio y me atienda pues.

Sonreí, y ambas señoras también reían. Cuando inició la conversación, la otra señora también escuchaba atenta lo que decíamos.
Le dije:
- claro señora.

Ahí termina mi conversación con esta señora muy amable, me recordaba a cualquiera de mis dos abuelitas. Ella bajo del colectivo en la residencial, al bajar le volví a decir: "gracias señora, en serio disculpe la molestia" y me respondió: "no te preocupes hijo, a cualquiera le puede pasar, estudia y éxitos".

A todo esto quiero decir que me alegra que aún existan personas dispuestas a ser solidarias con otras a quienes no conocen, y que necesitan, sea significante o no, alguna ayuda. Gracias señora por este recordatorio, es una lección que me gustó saber de nuevo. La espero en mi consultorio algún día, espero que me recuerde porque yo si lo haré.


Aldo Ríos Flores

domingo, 4 de septiembre de 2011

Huérfano de nombre por naturaleza


Y de repente se me antojan unas olas y un buen vino,

algo de chocolate y en seguida su boca,

un poco de calor a plena luna

mucha arena jugando en sus dedos,

y unos ojos para nuestros corazones desnudos.



Luego cuando el límite de mar y cielo,

se pierden en su mirada,

oigo resonar su latente corazón en mi espalda,

donde su aliento opaca a la suave brisa,

mi mente deja la cálida arena,

y se pierde en un sinfín de dimensiones.



Autores: Amapola y Octavio

martes, 9 de agosto de 2011

UN MUNDO JUNTO A TI


Acompáñame en esta grata travesía
hacia el firmamento de los sueños,
perdámonos en el confín del azulino mar
dónde las almas se funden al ocaso.

Inundemos nuestras volubles pieles
con las ligeras chispas supremas
del brillante claro de luna.

Tiéndeme tu mano para saber,
que estás ahí,
bésame los ojos para sentir,
tu aliento de vida,
abrázame con energía para escuchar,
tu corazón.

Concédeme un perecedero segundo más
de tu existencia,
para así comprender al fin que tu presencia,
es un bien finitamente eterno.

lunes, 8 de agosto de 2011

Pequeño trozo de mundo


Capturado de tu impetuosa esencia,
tomaste de mi mano, ¡súbita sorpresa!
embriagadora, exquisita presencia
de la que mi alma sin duda no saldría ilesa.

Desconocido el desenlace de este nuestro viaje
mi espíritu solo sigue tus finas huellas,
paso a paso, al lado del mar y su homenaje,
que sin duda es, estar junto a esta encantadora bella.

Ligeras brisas de océano, rozando nuestros labios
traslúcidas nubes de otoño, envolviendo tus caricias
abrasadora estrella solar, sumergiéndonos con su resplandor.

Jamás olvidaré, tus susurros a mi oído:
"te regalo este mi pequeño trozo de mundo",
no negaré que luego de eso, mi corazón ¡dio un gran estallido!

lunes, 1 de agosto de 2011

No des oídos

"No des oídos a intrigas y calumnias, porque solo tiran piedras al árbol con frutos, para que caigan.
El árbol que no da frutos pasa desapercibido.
Con frecuencia, la calumnia es un honor para quien la recibe.
No cortes los buenos servicios que prestas, por causa de la calumnia.
Si dejas de hacer lo que venías cumpliendo, das razón al calumniador. Sigue adelante, que todos acabarán callándose y, al final te aplaudirán por lo que has hecho."

Juan Pablo II


Recuerden que si son envidiados, es porque algo bueno están haciendo, de lo contrario ni se molestarían en hacerlos caer, sigan su camino y adelante que el destino es propio.

Aldo Ríos Flores